
LA PUERTA OLVIDADA
La Sociedad Deportiva Logroñés regresa de tierras catalanas con tres puntos en el equipaje merced a un sublime ejercicio de orden en la resistencia y daga afilada en las incursiones en territorio enemigo.
Hoy es un buen día para recordar que un olvido hizo caer a Constantinopla. Un detalle, una mínima desatención. Uno de los mayores sitios contemplados por la historia de la humanidad tuvo como protagonistas al poderoso ejército otomano y a una de las ciudades más importantes del mundo antiguo. La exhibición de fuerza de los turcos chocaba, una y otra vez, contra muros infranqueables. Tras varias jornadas de asaltos infructuosos, el destino del viejo imperio romano de oriente se resolvió por una pequeña puerta ignorada en la muralla noroeste. La Kerkaporta, semiabierta y descuidada en su defensa, fue la vía de entrada para los asaltantes y el fin de Bizancio.
El C.E. Sabadell se pasó más de una hora intentando localizar infructuosamente la Kerkaporta de la Sociedad Deportiva Logroñés. Los riojanos habían saltado al césped de la Nova Creu Alta convencidos de que el partido pasaba por eficientar procesos ofensivos o, como resumen mundano: las que tengas, para adentro.
Los blanquirrojos –ayer de verde- casi hacen pleno con su primer boleto. Incursión por banda diestra, pase atrás al área de influencia de Escobar y disparo de éste, rechazado in extremis por Astals. Primer anuncio de aviesas intenciones.
No tardaría el punta visitante en tener la segunda. Vértigo en la contra del Logroñés, milimétrica asistencia de Dani Garrido a la carrera de Jordi y definición en dos tiempos ante Ortolá. 0-1
Los vallesanos intentaron devolver la andanada casi de inmediato con un tremendo disparo de Astals al que Iruarrizaga puso guante de hierro para desviar a córner. No sufrían en exceso los cuadros blanquirrojos parapetados en líneas juntas y atenciones por las alas, pero todo iba a cambiar a la media hora. Choque entre Rubio y Pablo Monroy e interpretación rigurosa del colegiado ante un supuesto codazo. Los visitantes se quedaban con uno menos y una perspectiva nada confortable para los próximos sesenta minutos.
Tocaba almenar la muralla, cavar foso y aprovechar algún despiste del rival fruto del frenesí atacante. Esto último casi se concreta en el epílogo del primer acto. Balón en profundidad a la carrera poderosa de Escobar y Ortolá que adivina el mano a mano para aplazar el desenlace de la contienda. Descanso.
La segunda parte anunciaba catapultas, fuego griego y escalas para asaltar el fortín logroñés. El Sabadell entendió que el asedio por las alas sería más fructífero y puso empeño fabril en colgar balones al área. Ahí emergió con solvencia la figura de Iruarrizaga, especialmente en una acción rozando el minuto 60. Remate de cabeza de Pau Resta y segunda jugada para un Monroy que ya celebraba el gol cuando apareció el cancerbero vasco para reducir ángulos y preservar muebles.
Andaba el Sabadell apurando el acoso sin alcanzar el derribo, cuando un envío a la espalda de la retaguardia arlequinada lo concretó Óscar Fernández en veloz carrera y definición seca y precisa entre las piernas de Ortolá. 0-2 y trompetas silenciadas.
Con ventaja amplia en el marcador, el Logroñés se preparó para el empujón final de los locales que insistían en convocar a toda su fuerza aérea en el salón de Iruarrizaga. Hasta ese momento, un disparo al larguero de Álex Gualda había sido lo más peligroso de los catalanes en los segundos 45 minutos.
A once minutos para alcanzar el noventa, una de las fortificaciones exteriores se vino abajo. Centro desde el lateral zurdo y buen remate de cabeza de Manel para avivar la fe de unos y acerar la resistencia de otros. De ahí y hasta el final de un alargue de seis minutos se sucedieron las ocasiones locales. Christian Herrera tuvo el empate en una jugada ensayada que se perdió por milímetros junto al poste y Baselga no localizó portería en otro remate agónico.
Al final, resistieron las defensas logroñesas gracias a un formidable ejercicio de hermandad, confianza y atención a los pequeños detalles, esos que concretados en un insignificante olvido –una puerta ignorada- pueden hacer caer a poderosos imperios.
Ficha técnica:
C.E Sabadell F.C.: Ortolá, J.Carrión (Vladys, 66’), Pau Resta (Sander, 86’), Gualda, C. Herrera, Astals, Baselga, Amelibia, Nando (Manel, 46’), Callejón (Marc Domènech, 58’), P. Monroy.
SD Logroñés: Iruarrizaga, Paredes, Murua, Aurtenetxe, Gexan, Castellano, Sabater (Cova, 82’), Dani Garrido (Trespalacios, 76’), Toni García (Óscar Fernández, 63’), Rubio y Escobar (Pepe Carmona, 63’)
Goles: 0-1 (Escobar, 12’), 0-2 (Óscar Fernández, 69’), 1-2 (Manel, 77’)
Árbitro: Imanol Urutzun Artola. Amonestó a Pablo Monroy por parte local y a Paredes, Dani Garrido, Pepe Carmona y Rubio, éste último con roja directa en el minuto 30
Incidencias: Presencia de seguidores blanquirrojos en las gradas de la Nova Creu Alta.