DESUBICADOS BAJO LA LLUVIA

(foto @CD_Arenteiro)

La Sociedad Deportiva Logroñés cayó por un contundente 3-0 en su segunda visita al estadio de Espiñedo, un escenario que se confirma como “non grato” para los intereses blanquirrojos. El C.D. Arenteiro supo descifrar con inteligencia un partido que anunció unos códigos que los riojanos no tradujeron correctamente a lo largo de la contienda.

Centros laterales precisos, prestancia en las escasas citas con el peligro real y dominio de la franja ancha para anular cualquier transición en ventaja. En esas tres coordenadas se instaló el partido prácticamente desde el minuto 1. La lluvia, además, acudió a subrayar el mensaje. Y en esas, los gallegos fueron mejores.

El primer sobresalto a un partido, hasta ese momento, igualado, llegó en el minuto 9. Pase de Markitos a la espalda del lateral zurdo, desatención en la zona y Pibe que irrumpe imparable para fusilar a Iruarrizaga de cabeza. 1-0.

Golpeaban los locales al ritmo de la lluvia, mientras que el Logroñés aplazaba su entrada real en el partido hasta el minuto 17. Aurtenetxe, con dos remates a bocajarro, probaba los reflejos de Diego García y presentaba la tarjeta de visita de los blanquirrojos. Tres minutos después llegaba la más clara para los de Jordi Fabregat. Toni García ponía violines a la percusión de la lluvia para dibujar un pase en profundidad a la carrera de Rubio. El de Alicante salía tambaleándose de su encuentro con el cancerbero y la defensa orensana abortaba el pase a la red casi bajo línea de gol.

La Sociedad Deportiva Logroñés andaba secándose el chaparrón con un juego más vertical e incisivo cuando llegó el segundo tanto de los de O Carballiño. Transición perfectamente llevada, apertura a banda izquierda, centro lujoso con el exterior de la pierna diestra por parte de Markitos y definición antológica de Pibe de chilena. 2-0 y descanso.

La segunda parte asistió a la entrada de Trespalacios en el lateral izquierdo por un Gexan que acumulaba una amarilla y sensaciones que invitaban a pensar en la doble amonestación. El Arenteiro, confiado en su ventaja, decidió entregar la suerte del partido a alguna contra que lo cerrara definitivamente a su favor. Mientras, el Logroñés suspiraba por un gol que le metiera en el choque… y éste llegó. Escobar, en el 59’, fusilaba a placer la red local tras un centro al primer toque que ya llevaba fecha de caducidad al señalar el asistente posición antirreglamentaria de Sabater.

De ahí y hasta el final: cambios, transiciones peligrosas del Arenteiro y dos andanadas de Escobar que llevaron más artificio que pólvora. Manín, recién salido, finiquitó el trámite en el que se había convertido el partido con una perfecta definición a la derecha de Iruarrizaga. 3-0.

La visita a Orense se confirmó como una expedición ingrata por la distancia, la climatología y el desenlace de un partido que dejó un obvio margen de mejora, varias  enseñanzas forzadas y reflexiones cuya profundidad debería quedar condicionada al número de jornadas que lleva la competición. Un 3-0 afea cualquier crónica, pero el poco recorrido que lleva esta temporada 23-24 invita a pensar en un mal golpe antes que en una cicatriz permanente.

Ficha técnica:

C.D. Arenteiro: Diego García, Jordán, Vitra, Germán Novoa, Berardozzi (Pol Bueso, 86’), Markitos (Luis Chacón, 73’), Álex Fernández, Curro, Pibe (Iván Ramos, 73’), Juan Delgado (Tiago, 58’) y Miku (Manín, 86’).

SD Logroñés: Iruarrizaga, Paredes, Murua, Aurtenetxe, Gexan (Trespalacios, 46’), Arratia (Eduardo Martínez, 73’), Rubio (Pepe Carmona, 73’), Dani Garrido (Óscar Fernández, 66’), Sabater, Toni García y Escobar.

Goles: 1-0 (Pibe, 9’), 2-0 (Pibe, 38’), 3-0 (Manín, 88’)

Árbitro: Carlos Fernández Buego. Amonestó a Miku por parte local y a Toni García y Gexan por parte visitante.

Incidencias: Terreno blando y lluvia durante buena parte del partido. Presencia de aficionados blanquirrojos en la gradas de Espiñedo.